A todos aquellos que os encerrasteis en casa y no quisisteis venir a la kdd por miedo al frío o a la nieve, solo os tengo que decir una cosa: ¡Lo que os habéis perdido!
A nuestra llegada fuimos recibidos por los vecinos de Ilarduia con los brazos abiertos. Nos invitaron a sentarnos en la mesa con ellos. Comimos una alubiada como dios manda, con todos los sacramentos y bien regada con un buen vino y sidra. Después arroz con leche casero del que todavía me sigo acordando, café y bebidas espirituosas. Esa fue la primera toma de contacto con los habitantes del pueblo. Estuvieron contándonos historias y hablando entrañablemente.
La sorpresa para nosotros vino después, cuando se empezaron a vestir y nos trajeron unos cuantos trajes que tenían de sobra. Tras ponernos los disfraces el mimetismo en el pueblo fue total, nos sentíamos parte del carnaval.
Tras la correspondiente vuelta por el pueblo entre danzas y bailes emprendimos una fresca marcha hacia el segundo pueblo. Egino.
Una vez allí, dimos la correspondiente ronda de bailes por el pueblo y tras ajusticiar al hombre de paja quemándolo, nos dirigimos al convento de las monjas.
Allí, al calorcito pudimos merendar queso, chistorra y vino para posteriormente degustar el chocolate con torrijas. Después de una entrañable despedida nos dirigimos hacia casa esperando que llegue el próximo año.
Este texto no ha sido para daros envidia a los que no habéis “podido” ir ( Bueno, en realidad, un poco si…)
Recordaros que este siguiente sábado por la mañana, nos vamos al astillero de Albaola en Pasajes de San Pedro.
Animaros que este sitio es muy interesante y pensar en lo que podéis perder os, si os quedáis en casa ( Menuda alubiada que nos comimos…!).
La comisión de Qdd’s
Fotos: Pili y Natxo
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