¡Parece mentira cómo se olvidan las cosas! Quien no lo comentaba en voz alta lo pensaba para sus adentros, seguro. ¡Es increíble! Con la de fotos que he sacado con esta cámara y ahora no me acuerdo cómo se coloca el carrete, cómo puedo hacer tal ajuste… pero, ¡si la manejaba hasta con los ojos cerrados!
Y otro tanto al final, llegado el momento de rebobinar la película para sacarla.
Lo cierto es que desde que la fotografía digital (numérica, como dicen los franceses) se ha hecho “dueña de la barraca”, hemos estado tan ocupados en nuestro reciclaje (equipo y propios conocimientos) que nuestras flamantes cámaras analógicas, han ido quedando un tanto relegadas al olvido, abandonadas al fondo de los armarios.
¡Qué ingratos somos! Ellas nunca lo harían, son fieles como perritos obedientes y deseosos de contentar a sus amos.
Y así lo hicieron. En cuanto las limpiamos un poco, les pusimos pilas nuevas y las volvimos a sacar de paseo, nos dieron lo mejor de sí mismas, la oportunidad de disfrutar como enanos con el chasquido de los obturadores y el correr de los fotogramas.
En esta ocasión, Pilar y yo mismo, pensamos que era una tontería gastar dinero en cámaras desechables, que aparte de más caras que el carrete, dan las prestaciones que dan. Lo veíamos un poco absurdo, y más sabiendo que todos tenemos alguna cámara guardada en casa. Dicho y hecho, y creemos que hemos acertado con la decisión. A partir de ahora, cada año tendremos una buena ocasión para desempolvarla y ponerla a punto, el “rally-motxo”.
En esta ocasión teníamos como aliciente, la posibilidad de hacer el recorrido por la ciudad montados en el BUS TURISTICO (City Tour), lo que resultó francamente original y divertido. Nuestro más cordial agradecimiento desde aquí, por las facilidades y la tarifa que nos facilitaron.
Además, la participación exigía llevar la vestimenta adecuada para una ocasión tan especial. Prendas obligatorias: sandalias, pantalón corto y gorro. En este punto comenzaron las risas y el buen rollo y debo comunicaros desde ya, que en este apartado, el ganador absoluto del rally ha resultado nuestro querido “Goiko”. (Lo entenderéis en cuanto veáis las fotos, jejeje)
Ahora a esperar los resultados. Es curioso, casi todos los participantes, tras hacer alguna de las fotos mirábamos con extrañeza, el opaco respaldo de nuestra cámara, ¿Qué raaaaroooo, no?
Bueno, ya os contaremos más en cuanto podamos.
“Rally” y “Motxo”
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