El pasado 17 de noviembre acudimos a nuestra cita anual de TOPAKETAK en Vitoria – Gasteiz que este año correspondía su organización a la Sociedad Fotográfica Alavesa y que se desarrolló en el magnífico Palacio de Villa Suso de la capital alavesa.
Aterrizamos en la capital después de un viaje normal de carretera con un tiempo desapacible y mas bien frío; recogimos las acreditaciones y después de posar para el “foto-call” contemplamos y nos deleitamos con una creativa y bien montada exposición fotográfica sobre el afamado concurso de San Prudencio; a continuación comenzó en un bonito salón la primera ponencia correspondiente a ILAN WOLF, personaje bohemio y singular que nos habló (con demostración incluida) de su nombrada cámara oscura para la realización de fotografía estenopeica, tipo de foto que tiene su mayor valor en la singularidad y manualidad del proceso.
Un pequeño refrigerio en un establecimiento hotelero cercano y nos volvimos a reunir para escuchas al segundo ponente, IÑIGO G. HAGEMANN experto en Fotografía Digital que disertó, muy técnicamente, sobre Flujo de Trabajo de Color y calibraciones (espectrofotómetros y colorímetros) de los elementos que componen el proceso, léase cámara, monitor e impresora final; ponencia que ami particularmente me resultó excesivamente técnica por estar dirigida a nuestro colectivo de fotografía mayoritariamente aficionado.
Con un poco de agujero en el estómago nos fuimos a comer a un sencillo restaurante donde después del intercambio de fotos, firma en un libro y la aparición de IAN WOLF para vender sus productos (libro, posters, etc.) terminamos la jornada en Gasteiz que nos despidió con lluvia y mas bien frío.
De noche y con lluvia persistente llegamos a Donosti sin novedad.
J.J.
Pero, ¿se sigue celebrando ese concurso? El de san Prudencio, digo.
En algún momento pensé en acudir a este evento. Finalmente, otras circunstancias y una apretada agenda, hicieron que me quedara en casa, descansando en familia.
Pero ahora debo dar gracias a Dios por no haber ido, pues según este relato, el viaje fue terrorífico, una fuerte tempestad acompañó a los intrépidos viajeros por la agrestes sendas por el monte perdidas, que hizo que recalaran a refugiarse en antiguo palacio Villa Suso, donde tras una engañosa exposición del concurso San Prudencio (muy santo y muy prudente), los viajeros aficionados fueron aterrorizados por hombres lobo bohemios (Ian Wolf), por flujos de trabajo, calibraciones, espectrofotómetros, colorímetros y hasta por horribles impresoras, sin poder realizar adecuadamente la labor principal de un fotógrafo: el comer bien y abundantemente.
Y ya de vuelta, milagrosamente todavía vivos y apenas comidos, en la soledad de la noche oscura, lluviosa y helada, el convoy fue atacado por jaurías de lobos (Ian Wolf) queriendo vender libros y posters. Pero el destino fue misericordioso y los viajeros llegaron salvos a casa, que no muy sanos, ya que flaqueaban sus fuerzas y tenían algunos cabellos blancos de más.
Pero ¡qué bien y qué tranquilo estuve en casa!
Lo cierto es que no hay por donde coger este post del blog, no deja piedra sobre piedra… tan terrible fue?