Un pequeño reportaje gráfico para que podáis apreciar el estado en el que quedó la sociedad el pasado martes. Afortunadamente, y debido a la hora en que ocurrió todo, no hemos tenido mas que daños materiales, quedando todo en un susto.
La cristalera de secretaría es la que sufrió toda la fuerza de las olas.
El motivo por el que todavía no funciona el teléfono.
Otra perspectiva.
La sala de exposiciones, con su par de deditos de agua.
Así quedó la silla de secretaría (mejor no pensarlo).
El sótano, en la zona donde damos las clases de laboratorio.
La sociedad fotográfica, última frontera habitada antes del dominio del caos.
Como antes comentamos, ya funcionamos con normalidad casi total así que esperamos veros por aquí.
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