Comenzamos el año con una salida muy tranquila y por la tarde. En esta ocasión era retomar, el tema de aguas sedosas, ya que siempre está bien refrescar la memoria. Tuvimos mucha suerte con el tiempo, ya que las noticias meteorológicas no auguraban nada bueno. Aun así decidimos arriesgarnos.
Al llegar a Hendaya nos dirigimos hacia las gemelas, pero la perspectiva que se nos presentaba, no era del agrado de todos, ya que la marea estaba alta, y el color del cielo era gris plano y sin nubes.
Decidimos dirigirnos a Sokoa, uno de los enclaves más bonitos de la costa de Iparralde. Aquí dimos suelta a “nuestro arte” al que no sabía, se le indicó pequeñas pautas, de cómo realizar la foto para que el agua pareciera seda.
Sobre las 18h comenzó a anochecer, y realizamos unas fotos al Fuerte de Sokoa que iluminado, resplandecía. Más tarde nos sentamos en una terraza a tomar un café y conversar de las fotos que habíamos hecho.
Cuando nos encaminábamos a los vehículos para regresar a casa, se nos ocurrió visitar el cementerio, en el cielo no quedaba rastro de luz, salvo la de la contaminación lumínica. Raudos nos dirigimos al cementerio y alguna atrevida se adentro al fondo del mismo a fotosear, los demás más cautelosos, nos quedamos en la puerta, no fuera que algún fantasma se enfadara y quisiera acompañarnos…
Finalizada la “intromisión “en el campo santo, regresamos sanos y salvos a casa.
Muchas gracias por asistir. Todo un placer.
La comisión de Quedadas.