Oñati mantiene viva esta fiesta. El Corpus Christi de Oñati es el más importante de Gipuzkoa y uno de los más llamativos del norte de la península.
Desde hace casi cinco siglos, en 1541, se tiene constancia de la procesión del Corpus Christi recorriendo las calles de la localidad.
Tradición, folclore, religiosidad y danza se funden en la peculiar procesión que, recorre el pueblo.
Las calles se alfombran con juncos y, tras la misa mayor, comienza el recorrido con los doce apóstoles, los dantzaris, las cofradías y los personajes más conocidos. Tiene especial relevancia el Arcángel San Miguel. Camina enfundado en un complejo traje barroco de aspecto militar de veinticinco kilos de peso, que un grupo de mujeres, tarda unas dos horas en colocarle.
En la comitiva religiosa también tienen un gran protagonismo los niños que han hecho la primera comunión este mismo año.
El grupo de dantzaris viste, además de pantalón y camisa blancas, unas faldillas o sayuelas rojas llamadas valencianas, banda y corbata rojas y va tocado por una boina también roja. El maixu, o Capitán, se distingue por ser el único que viste de color azul.
Durante el recorrido se hacen acompañar de un grupo de txistularis.
Recorren las calles y lo hacen haciendo sonar sus castañuelas continuamente.
La jornada se completa con otras actividades de interés: Diana a cargo de la Banda de Txistularis. Concierto de la Banda Municipal de Música. Y actuación del grupo de dantza “Oñatz”, por la tarde en la Plaza, con el repertorio completo de los bailes del “Corpus”.
Nuestro querido compañero socio, Juan Antonio Unzurrunzaga, ya intentó el año pasado, organizar una excursión fotográfica desde la SFG, para plasmar en fotografías este vistoso evento. Por una cosa u otra, no prosperó.
Pero este año, y preparada con más tiempo, la idea se ha hecho realidad.
Un equipo de 9 fotógrafos, más unos cuantos acompañantes, nos reunimos a las 08:30 horas en la Plaza Mayor de Oñati, para disfrutar y retratar la interesantísima fiesta y visitar este precioso pueblo (“La Toledo vasca”).
Los preparativos, los rincones, la gente, la misa, la Procesión y los bailes. Absolutamente todo lo que se mostraba a nuestros objetivos iba quedando registrado.
El día lo completamos con una estupenda comida, casi como en familia.
Por la tarde, una rápida visita al edificio de la antigua Universidad y vuelta para Donosti, con la satisfacción de haber disfrutado a tope de una estupenda jornada.
Como decía nuestro experto en este tipo de reportajes, Jose Mari Arrigain: “Esto engancha”. Seguro que el año que viene repetimos.
Ahora a preparar y seleccionar las fotografías y a pensar la mejor forma de “presentarlas en sociedad”. Tendréis noticias.
Un saludo